sábado, 31 de marzo de 2018

 

OFS RETIRO DE CUARESMA 2018

RETIRO DE CUARESMA 
OFS ZONA CARTAGINENSE
ALBACETE 17-18 de marzo de 2018
Fray ANTONIO JIMÉNEZ


Camina Pueblo de Dios

Así, con esta canción, comenzamos el Retiro de Cuaresma.
Mira allá en el Calvario, en la roca hay una cruz, muerte que engendra la vida, nuevos hombres, nueva luz.

https://drive.google.com/file/d/18ZtrkRkEJ-X1wrGL6E7ZY5GcAZ_1ujaF/view?usp=sharing



ORACIÓN DE ACOGIDA




CUARESMA, UN ALTO EN EL CAMINO

Todos vamos en El Camino, cada uno a un ritmo diferente, pero cada uno buscando al Señor y dejándose encontrar por él.
Llevamos muchos años en la vida, el camino, y vamos creciendo como personas humanas, tenemos experiencias y recuerdos de muchas cosas, el ser humano está en movimiento, en obras, permanentemente, y con el casco puesto.
Como persona necesito saber ¿Quién soy?Tengo que mirar dentro de mí para preguntarme ¿quién soy yo? Es una buena pregunta ¿no? Y esto para buscar la verdad en mí, lo que hay de esa verdad en mí. Utilizando el lenguaje de la música vamos a armonizarnos por dentro. Lo primero y más necesario es abrirnos a la verdad, la verdad de cada uno ¿cuanto hay de verdad en nosotros?¿cuanto hay de engaño y de mentira? Y así se vera cuanta verdad hay dentro de nosotros. Entonces, llegados aquí, miramos todo lo que de verdad ha ido pasando por mi vida, todo lo de verdad. En definitiva lo que vamos caminando, la verdad de nosotros.
Nosotros solos, por nosotros mismos, no podemos, necesitamos la ayuda de Dios, de Jesús que nos dice:”Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Nos envía su Espíritu.
BUSCAD LA VERDAD EN MÍ
Así los que vamos en búsqueda de la verdad podemos ver, o está siendo, y será mi vida. Estamos caminando, ya llevamos un camino recorrido, y al mirar lo caminado hacia atrás para seguir adelante nos preguntamos ¿qué es lo que quiero ser? De un pasado, de un presente, hacía dónde quiero caminar o que quiero hacer con mi vida. Todos optamos a tomar un camino, que cogemos libremente, y ese camino es el que me lleva hacia la verdad; el camino de Francisco y Clara de Asís, de Santa Beatriz de Silva, de Santa Isabel de Hungría, de San Luis rey de Francia, etc. Los santos y las santas han ido en búsqueda de la verdad. Y ellos de alguna manera nos indican el camino, pero el camino tenemos que hacerlo nosotros mismos.
QUÉ QUIERO SER
Entonces pensad en lo que quiero ser sabiendo en éste momento quién soy. La verdad de lo que yo soy. Lo que dicen de mí, ni siquiera lo que yo creo que soy o quiero creer; por que podemos tener una percepción de lo que soy y en realidad no somo tal. Quizá nos estamos creyendo lo que otros dicen de nosotros, y tampoco corresponde a la verdad, sino lo que yo soy.
A la pregunta a Jesús ¿quién eres? Responde:”Yo soy el que soy siendo”.
Nosotros respondemos yo soy el que soy en este momento, y es un misterio, y la otra persona para mí es un misterio, no terminamos de conocer a la otra persona, no terminamos de conocernos a nosotros mismos en un cien por cien.
¿Quién soy? Nos seguimos preguntando, es difícil responder y dar una respuesta. No terminamos de completar la definición de quien soy porque necesitamos la opinión de los demás.
La pregunta es compleja y difícil de responder por que casi nunca nos preguntamos ¿quién soy yo? Que no tiene que ver con lo que hacemos, entonces nos hemos ido alejando de nosotros mismos, siendo más difícil dar una respuesta.
VALORES - DEFECTOS
Es más fácil mirar a los otros, yo no me puedo ver por detrás, por eso necesitamos de la ayuda de los demás.
Podemos ver los valores en los demás, descubrir los valores, esto me debe llamar la atención. Hemos visto esos valores en Francisco y Clara de Asís, y eso nos ha lanzado a estar donde estamos. Ellos nos ayudan a descubrir quién soy yo.
No solamente en los valores, también en los defectos. No nos gusta que nadie nos diga lo que no somos.
A veces nos dicen lo que debemos ser pero que no somos. Debes ser una buena persona, pero no lo eres, entonces esto a lo mejor no nos gusta. Por eso es difícil hablar de lo que yo soy.
¿Que valores tengo?
¿Cuales son mis defectos?
¿Cuales son mis anhelos?
Esta suma de preguntas nos está diciendo como soy yo, nos ayudan, nos dicen lo que es bonico y lo que no lo es tanto.
¿Cuales son mis dudas? Todos tenemos nuestras dudas, somos un interrogante en sí mismo.
Es difícil hablar de lo que soy por que no tengo la costumbre de mirarme por dentro con verdad, ver la verdad de mí.
Entonces me desconozco. Se menos de mí de lo que debería de saber.
Si sé algo de mí, algunos datos superficiales. Y con estos datos superficiales suelo definirme.
San Agustín diría:”Es grande la distancia que me separa de mí mismo”.
Para conocernos a nosotros mismos hay que poner la meta en Dios.
¿Cual es la distancia que nos separa de Dios?
Cuanto más alejados estemos de Dios menos nos conoceremos, pero cuanto más cerca estemos de Dios más tendremos conocimiento de nosotros mismos.
Para Santa Clara, el espejo donde fue conociéndose a sí misma, fue el Cristo de San Damián. Cuantas horas de contemplación en ese espejo que es Cristo. Y a sus hermanas y a nosotros nos invita a ello. Cuanto más cerca estemos de Cristo, más nos conocemos a nosotros mismos.
Es como el fuego. Cuanto más cerca estemos del fuego más experimentamos lo que significa quemarse, arder., cuanto más cerca del fuego experimentamos lo que es el calor, cuanto más cerca estamos experimentaremos la sensación de consumirnos en ese mismo fuego. Y esto es lo de Jesús; Jesús cuanto más cerca de Dios nos dará a conocer quién es Él (Del Evangelio de Juan..”Yo soy la luz”, “Yo soy la resurrección y la vida”, etc).
Que podamos decir esto nosotros como cristianos: ¿Quién soy?
Ojala podamos decir como Francisco, como Clara de Asís: ¡Yo soy de Cristo!.
ACEPTAR LO QUE SOY AHORA
Si quiero transformar mi vida tengo que empezar por aceptar aquello que ahora soy, ahora, en este momento. Nosotros vamos el cambiando porque el tiempo va pasando. Por ejemplo, si has hecho el camino de santiago y vuelves después de un tiempo veras que hay cosas que han cambiado, han cambiado las señales, hay nuevos albergues, nos pasas por el mismo pueblo, entonces ya vemos que hay un cambio recorriendo el mismo camino; si esto lo aplico en mí me doy cuenta que yo no soy el mismo que fui hace un tiempo, aunque en esencia sigo siendo yo gracias a ese camino que he echo, o la vida que he recorrido, el camino de santiago o el camino de la vida. Yo soy lo que soy gracias a lo que he vivido antes.
Celebramos la Cuaresma, nos decimos nuestra verdad, volver a nacer, lo que dijo Jesús a Nicodemo. Constantemente los cristianos estamos volviendo a nacer cada día, si tenemos claro ¿cómo podemos volver a nacer? Si tienes claro aquello que tú seas, de aquello que no eres, intentar que tú seas; ahí es cuando tú estás naciendo como de nuevo.
Si descubro lo que yo soy, sólo viendo con la verdad se puede alcanzar lo yo soy, desde la libertad.
Hay personas que dan una imagen y luego son otra cosa, que muestran una cosa que luego realmente no son.
La verdad hace descubrirnos quiénes somos, o cómo somos.
LA LIBERTAD
...”Si conocierais la verdad, la verdad os hará libres”; Las cosas que nos muestran lo contrario de lo que nosotros no somos, es lo que nos hace a veces esclavos, al hombre de ayer de hoy y de siempre. Esto nos hace ver cuales son nuestras esclavitudes.
COMO LA CEBOLLA. LAS CAPAS DE MI VIDA
¿Qué es lo que tenemos que sacar afuera, para que yo pueda descubrir, buscar, esa verdad y al mismo tiempo que nazcan en nosotros cosas nuevas. Hay que mirarse por dentro, para ello tomamos la imagen de una cebolla, la cebolla tiene muchas capas. Esa cebolla soy yo, mi vida, y tenemos que buscarnos ese ¿quién soy? .
La primera capa.- Yo soy un ambiente, cuando nos reunimos creamos un ambiente, una puesta en común, un interés, algo que tenemos en conjunto; pero cada uno hemos nacido en un ambiente diferente, de ciudad, de pueblo, de barrio, esto influirá en nuestra manera de ser, lo que yo soy. Como hemos estado durante años en ese ambiente tengo las actitudes de ese ambiente. Por ejemplo, Francisco de Asís vivió en un ambiente, y ese ambiente que él respiraba es lo fue haciendo de Francisco lo que fue, y fue haciendo y descubriendo un camino, un proceso de conversión, etc. hasta alcanzar lo que él quería ser. Fue quitando lo que no tenía que ser.
La pregunta es ¿quién ha hecho ese ambiente? ¿quién ha creado el ambiente que nosotros respiramos? Yo querría cambiar muchas cosas de nuestra sociedad actual, pero tengo que vivir en este ambiente, en tiempos anteriores o en otro lugar el ambiente era y es diferente. El ambiente en el tiempo de Francisco, en el siglo XII-XIII, determinó para que Francisco fuera quién es y santa Clara fuera quién es, y llegar hasta nosotros, y nosotros debemos intentar prolongar ese ambiente en nuestras vidas, en nuestros ambientes.
Hombres, mujeres seres humanos como yo, yo formo parte de ese ambiente, hay otros que son igual que que yo, que no son diferentes, que no son ni mejor ni peor, todos formamos ese ambiente. Hombres y mujeres que en la vida cotidiana, casi sin darse cuenta, empezaron a vivir los valores falsos del ambiente, (campañas contra el tabaco, alcohol, drogas, etc),nosotros solos no podemos determinar que se acabe eso de una vez para siempre, son como lacras de la sociedad que vivimos respirando en ese ambiente; depende del ámbito en que te metas respiraras una cosa u otra, o el ambiente que tú quieras crear, eso determinará quién tú seas. Francisco creó un ambiente muy distinto al ambiente que entonces existía.
¿Cuáles son los cimientos de mi ambiente? Esto nos va a hablar de las tentaciones, a mi ambiente le interesa el TENER, todos tenemos, tenemos algo, tenemos salud, uno de los objetivos de la vida es tenerlo todo, tener hasta lo que no es necesario. Cuando entramos a un centro comercial compramos cosas que a veces no nos son necesarias. Caemos en la tentación de movernos en un ambiente que nos invita constantemente a tener cosas. Pero eso ya también me dice quien yo soy, una persona que vive solamente del tener ¿vivimos del tener?
En mi ambiente interesa SER el mejor, deslumbrar,llamar la atención, tener un título, parece que si no tienes un título no eres persona, el tener o el valer; muchas veces hacemos las cosas para ir adelante, para que me aplaudan, para querer ocupar los primeros puestos, para tener protagonismo. Francisco fue todo lo contrario, humildad, disponibilidad, servicio, es decir, todo lo contrario. Crear un ambiente diferente que realmente no nos hace ser. Teniendo en cuenta todo aquello que no nos hacer ser, tenemos que hacer ese ejercicio de ser lo que debemos ser.
El otro ambiente es el del PODER, el del dominio, gobernar a los demás, dar órdenes, estar arriba; ¡me gusta que me sirvan! Entonces hay que hacer el ejercicio de servir a los demás.
Que los demás hagan lo que yo quiero, me gusta manejar a los otros, unas veces con palabras, con argumentos, con sentimientos. Hay gente que manipula con los sentimientos, que te dice cómo debes amar, o cómo debes responder a determinadas situaciones.
Tratar a las personas como si fueran objetos, no como lo que somos, personas. Esto lo vemos en los medios, y Jesús, y Francisco, y Clara de Asís, hicieron una llamada “revolución social” al tratar de cambiar las cosas del derecho al revés, de como son a como deben ser.
A las personas se las utiliza, se las degrada, y se las compra. La esclavitud no ha dejado de existir, hoy también hay personas que siguen siendo esclavas en todos los sentidos.
Nos acercamos a la otra persona buscando un beneficio propio.
En mi ambiente la responsabilidad siempre es de otros, cuando hay que tomar una decisión importante decimos: ̶ Eso tú que tienes la responsabilidad.
También confundimos divertirse con recrearse, hoy estamos en el mundo de la diversión. Pues es todo lo contrario, es como perder nuestro camino y el horizonte de nuestra vida.
La Iglesia no debe confundirse con un lugar de diversión (teatro, circo, etc). Recrearse es volver ha hacer las cosas bellas, volver al sentido de nuestra vida. Todo lo que va determinando mi yo soy.
Segunda capa.- Sentidos. Yo soy un cuerpo que tiene unos sentidos. Con el cuerpo comunicamos lo que yo soy, utilizamos no solo la palabra sino los gestos, con los gestos expresamos más de lo que podemos decir. Expresamos lo que nos sucede (alegría, tristeza, agobio, desesperación), ahí vamos comunicando, y ahí están los cinco sentidos. Por ejemplo: escuchamos lo que nos interesa y a quién nos interesa.
Si cogemos todos nuestros sentidos ¿qué es lo que hacemos con ellos? Dios nos ha creado con los sentidos, cada uno de ellos tiene su razón de ser. Por qué Dios nos ha regalado la vista, el oído, el olfato.
Tercera capa.- Afectividad. Yo soy afectividad, sentimientos (los animales también tienen sentimientos). A veces el que tengo al lado toca mis sentimientos, me dice lo que tengo que cambiar. Cada uno tiene sus sentimientos, lo que uno es, y esto me va acercando a lo que yo soy. Por ejemplo: me conmueve estar cerca de una persona a la que tengo que consolar porque está triste por una situación, me conmueve estar cerca de un mendigo, de un emigrante, de un excluido, etc. Francisco se acercó a los leprosos y aquello que era amargo se convirtió en dulzura de cuerpo y alma. Francisco tenía sentimientos, era una persona muy afectiva. Una persona afectiva es la que le afecta todo lo que hay a su alrededor, (dolor, ternura) todo lo que está sucediendo, e intenta dar una respuesta a esos sufrimientos, a esos males.
Jesús en la cruz asume todos los sufrimientos de todas las personas que sufren en este mundo.
Cuarta capa.- La Mente. Soy una mente, mi mente tiene tres funciones básicas:Inteligencia, Dios nos ha dado inteligencia. La inteligencia la usamos para un fin o para otro, para descubrir y para conocer, para ir más allá de nosotros. Libertad de elegir, de tomar una opción de vida, de hacer la voluntad, constantemente estamos eligiendo, constantemente forjamos nuestra vida por un camino, por aquí o por allá. Qué decisiones tomo, yo tomo la decisión de ir o no ir a un determinado lugar, de estar o no en un sitio. A veces nuestra inteligencia está contaminada por el ambiente, por unas ideas que llevan a nuestra vida a vivir en mediocridad.
Quinta capa.- Yo soy lo mejor de mí. Vamos quitando capas para descubrirme que yo soy lo que soy. Mis valores, las cosas buenas que tengo, positivas, etc. También lo difícil de mí, las cosas negativas, los defectos.
Para mostrar lo que somos tenemos que seguir buscando, luchando por los valores auténticos.
Necesito descubrir de mí lo mejor de mí mismo, ¿cuales son mis valores auténticos? Y desde ahí empezar a reconstruir mi vida.
¿Quién soy yo?


Encontrar la ARMONÍA



ORACIONES DE SAN FRANCISCO

Saludo a las Virtudes
Salve, reina Sabiduría, el Señor te salve con tu hermana la santa pura Sencillez.
Señora santa Pobreza, el Señor te salve con tu hermana la santa Humildad.
Señora santa Caridad, el Señor te salve con tu hermana la santa Obediencia.
Santísimas Virtudes, a todas os salve el Señor, de quién venís y procedéis.
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¿QUIÉN SOY YO? Para responder a esta pregunta nos valemos del Evangelio.

LOS FALSOS DIOSES

Como el pueblo de Israel, nosotros hemos fabricado falsos dioses, diocesillos, ídolos. Aquellos levantaron un becerro de oro. La pregunta es: ¿cuales son los ídolos que yo he montado en mi vida? Porque nosotros igual que en tiempos de Moisés, vamos edificando varios ídolos en nuestra vida. Nosotros nos debemos al Dios verdadero.
Entonces debemos destruir los falsos dioses. Tenemos por una parte que construir nuestra vida, nuestro yo, y por otra destruir los falsos dioses.
Nos movemos en el mundo de la imágenes, hoy todo nos entra por los mas-media, (medios de comunicación de masas), por las redes sociales, ya ni nos vemos; nos vendemos nosotros fácilmente, a los medios de comunicación, ello condiciona también nuestra vida. Por ejemplo: sí te llega la imagen que España es el paraíso, quieres venir aquí, (la televisión, las mafias, hacen llegar esto).
Cuando vamos caminando vamos recibiendo publicidad, nos van vendiendo cosas, imágenes de moda, también por la televisión por Internet; todo esto, sino tenemos las cosas claras, hacen que nos apartemos de Dios, hacen que dejemos a Dios a un lado y terminamos sustituyendo al Dios verdadero por estos dioses que me fabrico yo, o que otros me ofrecen, o que la misma sociedad me está regalando. El consumo, no es lo mismo tener las puertas de las tiendas abiertas para vayas a comprar, que tener abiertas las puertas de la Iglesia para que tu vayas a ofrecerte a ti mismo. Las iglesias en medio de la ciudad son verdaderos oasis de paz, de silencio, de concentración, de interioridad.
La pregunta sería si, ¿he adorado yo dioses? Esos dioses que me permiten huir
o escapar de mi propia realidad, no encontrarme con lo que soy, y que no me ayudan a construirme como persona, ¿cuales son nuestros dioses?.
Para encontrarme con Dios tenemos que destruir esos falsos dioses, y Moises lo dejo claro, si queréis encontraros con Dios tenéis que destruir éste ídolo que habéis construido. Lo importante es seguir caminando como pueblo, levantarse y seguir caminando, por eso la pregunta ¿cuales son los ídolos de mi vida?.
Porque no sólo tengo dioses falsos (Ejem. Google, a veces mi familia, mi lugar de trabajo, etc), que me han deformado esa imagen de Dios verdadero.
Destruir dioses falsos o falsas imágenes como: el dios policía (vigilar, controlar, estar pendiente de cuando fallo, a ver cuando hago algo mal para castigarme).
El dios juez, que le interesa que yo únicamente cumpla unas normas y que me condenen cuando las infrinjo.
En el Antiguo Testamento la palabra que más se repite es justicia, pero no la justicia como nosotros pensamos, bueno-malo, justicia distributiva, o como decimos, proporcionalmente al mal que hayas cometido. Solamente en Dios está la justicia, pero no como nosotros la entendemos. Jesús obro la justicia en determinadas personas condenando el acto, pero no la persona. La persona es la que hay que salvarla, y por eso ha venido Jesús.
El dios culpable de todo, al cual culpamos de todo lo malo que ocurre, es decir, cuando las cosas nos van bien no nos acordamos de Dios, no le damos ni las gracias, pero cuando las cosas van mal oímos decir: “Yo no creo”. Dios no existe, porque cómo Dios permite que exista el mal en el mundo, Dios permite que haya hambre, que hayan guerras, Dios permite que exista el SIDA, etc. Cómo ha permitido Dios el Holocausto nazi ¿dónde estaba Dios?. Dios es culpable de todo lo que está ocurriendo.
Al que nos dice esto le podemos decir: si Dios no existe los males son nuestros, la culpa es nuestra. La culpa es tuya.
El mal es debido a la libertad de la condición humana, porque somos libres cometemos esos actos. Dios te ha creado a ti para que tu seas instrumento y puedas cambiar las cosas a mejor.
El dios amnistía, con el que puedo hacer siempre lo que me da la gana, sin importarme las consecuencias, porque cómo al final Él siempre perdona. Como es misericordioso pues yo hago lo que quiero y luego voy y me arrepiento.
El dios supermercado, que está ahí para concedernos todo lo que nosotros le pidamos, me tiene que dar lo que yo le pida.
El dios 112, al que llamamos en caso de emergencia, porque tantas veces vamos en actitud egoísta, el Dios que descubre Francisco y Clara de Asís es un Dios al que van desinteresadamente, un Dios al que te ofreces gratuitamente. Dios presente toda tu vida, en todo momento, siempre.
El dios a la carta, cuando vamos a un restaurante elegimos a la carta aquello que en ese momento nos gusta o nos apetece. Hacemos un Dios a la medida.
El dios de las nubes, el que está lejos de mí, ahora en informática todo se sube a la nube, esa memoria virtual, es decir, hacemos un Dios lejos de mi vida.
Estas son como imágenes falsas que en cierta manera nos impiden ver al Dios verdadero, y a descubrirnos ese mi yo, se trata de ir descubriendo la verdad.
El paso siguiente es encontrar a Dios. Dios no es una idea, ni un concepto, ni una imagen de las que hemos visto. Es una persona, Benedicto XVI lo dejó bien claro, Dios es una persona, es Jesucristo.
Tenemos que tener experiencia de fe, un cristiano ha de tener o ha tenido una experiencia de Dios. Nuestra fe tiene cuatro pilares, fe profesada -el dogma, las verdades que nunca van a cambiar hoy mañana y siempre(si tu no crees en la Resurrección no eres cristiano). Es una fe celebrada: liturgia, sacramentos ,etc. Una fe que tiene que ser vivida: nuestra moral, nuestra ética, unos valores. Una fe orada, es decir, con la oración. La síntesis de todo el Evangelio de la vida de Jesús está en el Padrenuestro.
Toda nuestra vida es tener una experiencia de fe, estos cuatro pilares es una experiencia de Dios. A Dios se le encuentra, no hace falta demostrarle (para eso la ciencia que quiere datos). La religión para los cristianos es de una verdad, ya tenemos una verdad, y esa verdad es la que se me ofrece a mí y que yo tengo que ir a encontrarla, y ese es Dios para nosotros, Jesús de Nazaret concretamente. San Francisco andaba buscando a Dios y en tres textos le dijo lo que quería de él...”Esto es lo que busco”.
¿Busco yo también a Dios, cómo Francisco? Francisco y Clara buscaban a Dios y éste hecho hace que también se fueran encontrando así mismos.
Hay espacios, lugares, que son de encuentro con Dios, la Palabra, la Biblia -Francisco vivió de la Palabra, fue su alimento-. La Iglesia vive de La Palabra de Dios, la Verdad Revelada. Tu quieres alcanzar esa verdad para descubrirte a ti mismo; alimentate de esa Palabra, alimentate de esa Verdad. Es el lugar privilegiado para encontrarte con Dios, y está al alcance de todos, Dios nos habla en su Palabra. Es el único libro que en vez de leerlo me lee a mí, ese libro me está haciendo una lectura interior de mí, me está haciendo descubrir quién soy yo. Es Dios quien a través de la lectura de su misma Palabra me está descubriendo a mi mismo. Por eso cuando escucho la Palabra descubro que esta hecha para mi vida, y ahí es donde tenemos que descubrir la voluntad de Dios. La vida de Francisco y de Clara están constantemente alimentados con la Palabra de Dios.
Buscar a Dios en la historia de mi vida, Dios me va hablando en mi historia, cada uno tiene su propia historia personal. Veo en la historia de mi vida cómo Dios me ha ido acompañando. Tenemos que sentir cada día la presencia de Dios en nuestra vida, sentir esos momentos especiales. Francisco y Clara de Asís dejan escritos esos momentos especiales en su Testamento.
Si yo escribiera mi testamento, todo lo que Dios ha hecho por mi, tendria que tener una actitud de agradecimiento.
También descubro a Dios en los demás. Francisco descubre a Dios en los leprosos, en los pobres...”En ellos descubrí al mismo Dios”. Porque Dios nos habita a todos.
Una pregunta ¿Yo soy franciscano por qué? ¿Yo por qué he llegado aquí?
La Palabra, mi historia, los demás; son espacios de encuentro con Dios.
En el Evangelio Jesús da dignidad a las personas que, en cierta manera habían sido marginadas, es decir, las puestas al margen, fuera del camino; no existen, son invisibles. Y Jesús recupera a esas personas porque son igual que todos a los ojos de Dios, con la misma dignidad.
La manera de ser de Jesús es la manera de ser de Dios. Cada vez que leo el Evangelio de cada día me digo cómo obraría Jesús. Jesús me está manifestando quién es Dios para mí, me está dando una imagen autentica de Dios, la verdad de esa imagen de Dios que es Jesús, el rostro de Dios. Todo lo que diga de Jesús que es: misericordioso, que perdonaba, que estaba atento a las necesidades de los otros, etc etc, para mí esa es la imagen de Dios.
Cuando Dios quiso mostrarse y explicar su divinidad se hizo hombre en Jesús; por esa razón estamos todos aquí. El misterio de la Encarnación, un Dios que se hace uno de nosotros. Que se ha manifestado a la humanidad.
En las oraciones de acción de gracias se nos está manifestando el rostro de Dios, y muchas veces resumen lo que es Dios para nosotros.

.Así pequeño y humano,
humilde y misericordioso,
pobre y cercano a los más débiles,
incapaz de juzgar y siempre
pronto al perdón,
enamorado de los pecadores
y apasionado por todas las criaturas.
Así incapaz de apagar la mecha
que aún humea
o de cargar la caña rasgada.
Así cómo Jesús, así es Dios.

Tal vez fuera más cómodo que Dios fuera una idea abstracta. La única religión que tiene a Dios como persona es el cristianismo; otras religiones son ideas abstractas.
Dios se ha manifestado de muchas maneras, pero ha hablado de una manera especial en su hijo Jesús.
Jesús es el que nos incomoda y, nos debe incomodar, cuando las cosas no las llevamos bien, no van como deben ser.
En nosotros suena una melodia por dentro que es Dios en mi vida, no se trata de creer en nada, sino de vivir. Cuando tengo esa melodía de Dios resonando dentro de mí, es cuando me lanzo a hacer camino. Esto es lo que lanzó también a Francisco de Asís y decir...”El Amor no es amado”. Lo decía cantando y llorando; yo sé que en mi nota Dios camina conmigo
Un dicípulo preguntó a su maestro: ¿Maestro, cómo encontrar a Dios?
El maestro lo metio en el río sumergiendo la cabeza dentro del agua, y lo dejó libre sólo cuando ya estaba apunto de ahogarse.
Luego le dijo a su discípulo: Cuando quieras encontrar a Dios con la misma intensidad como querías el aire para respirar, entonces, sólo entonces lo hallaras.
Interiorizar la MELODÍA

CINE CON VALORES
El inolvidable Simon Birch



DESCUBRIR QUIÉN SOY AL COMPÁS DE JESÚS

26 Y os daré un corazón nuevo,
infundiré en vosotros un espíritu
nuevo, quitare de vuestra carne
el corazón de piedra y os daré un
corazón de carne.
27 Infundiré mi espíritu en vosotros
y haré que os conduzcáis según
mis preceptos y observéis y
practiquéis mis normas.
28 Habitaréis la tierra que yo di a
vuestros padres. Vosotros seréis
mi pueblo y yo seré vuestro Dios.
Ezequiel 36

Esto se viene repitiendo en Cuaresma para recordarnos que yo soy vuestro Dios y que vosotros seréis mi pueblo. Y Jeremías nos dirá: no os olvidéis que Dios os ha elegido, que vosotros formáis una comunidad.
Nosotros formamos el pueblo de Dios, la Iglesia, que Dios nos ha llamado a pertenecer, ¡que no se nos olvide! He sido llamado a ser persona, he sido llamado a amar. Amar a los que están cerca y también a los lejanos. Llamado al encuentro con los demás y ese amor a los más pobres; pero hay una llamada más radical, una llamada al primer y más grande Amor, estoy llamado a amar a Dios, es decir, de la misma manera que expresamos nuestro amor a una persona, así también tendría que ser nuestro amor a Dios.
Descubrimos el amor a Dios de personas, santos y santas, que ese amor a Dios les llevaron a amar más a los demás, al que está más próximo.
Si descubres ese amor a Dios esto te va a llevar a amar a los demás. Es amando al hermano como estamos amando a Dios, cuanto más amor volquemos en ellos así más amaremos a Dios.
Todos hemos escuchado la llamada de Dios. Dios nos está llamando. Dios sale al encuentro de nosotros, Dios nos ha mostrado primero su amor y nos está atrayendo a Él.
A lo largo de la Historia del hombre vemos que el hombre sigue teniendo sed de Dios, tenemos esa necesidad de Dios, necesitamos de Dios en nuestra vida, lo sabemos, y cuando vamos solos, sin Dios, nuestra vida se tambalea en muchos aspectos. Necesitamos que Dios nos acompañe y sea nuestro punto de apoyo firme.
Lo que la sociedad me va ofreciendo sirve para reafirmar más a Dios en mi vida, las cosas que me va ofreciendo la sociedad yo digo: pues esto no me hace feliz, esto me complica más la vida, estamos recibiendo consignas de una sociedad nihilista, etc. Pues entonces vamos a la fuente que es Dios.
Dios está en mi interior. San Agustín buscaba a Dios pero no le encontraba, Dios estaba en lo más interior de él mismo.
En el interior de uno mismo hay que encontrar a Dios, esté donde esté tengo que encontrar al Dios dentro de mí, que me habita.
La tendencia es a vivir en la comodidad, que nadie me turbe de la comodidad en la que yo vivo, yo estoy muy bien asi.
Pero también esta la persona luchadora, que se revela ante esta sociedad que nos ofrece otras cosas, desde otros parámetros, que no nos ofrece la felicidad plena, cómo nosotros sabemos (en ésta sociedad nihilista que constantemente me dice: sé feliz, diviértete, huye del dolor).
Nosotros tenemos derecho a ser feliz, es decir, buscar esos caminos, o buscar a ese alguien quien sé que me ayuda a ser feliz, ese derecho lo tenemos todos.
Unos derechos, unos valores, a ser feliz. Como Zaqueo, como la mujer pecadora, como Pedro, como tantos que aparecen en el Evangelio, yo también puedo escuchar la Palabra de Dios. Cuando hay un dialogo en los Evangelios esto me interpela, me pongo en cada uno de esos personajes y luego me pongo del lado de Jesús, cómo Jesús reacciona o actúa en ese momento, en ese dialogo, me digo: si yo fuera Jesús cómo actuaría en éste momento. Pero si yo soy ese personaje me fijo como Dios actúa en mí; como me identifico y quiero que Dios me corrija lo tenga que corregir, que actúe en mí en lo que sabe que necesito, o tenga que completar en mi lo que sabe que me falta.
Dios gime en mi interior llamándome. Ha llegado la hora de buscar al que busca, de amar al que me amó primero, es decir, cualquier acción que el hombre vaya a realizar es una acción, que en cierta manera, Dios ya ha realizado en mi. Dios me está buscando, ahora yo tengo que buscar a Dios. Dios quiere encontrarse conmigo. Tenemos que hacer todo lo posible para que ese encuentro se lleve acabo, dejarse encontrar.
...Oigo una voz en mí corazón,
buscad mi rostro,
y yo busco tu rostro Señor,
no me ocultes tu rostro.
Espera en el Señor,
se valiente,
ten animo en tu corazón,
espera en el Señor.
¿Cual fue aquel momento en que nosotros nos sentimos encontrar por Dios?
En el que nosotros también íbamos buscándole a Él. Esto es una búsqueda incesante, no paramos de buscar a Dios, a Dios hay que buscarlo en todo momento, en cada acontecimiento, en cada segundo de mi vida.
Este es el primer momento del amor a Dios, aceptar que la llamada está ahí. Recibimos una vocación. La profesión te ayuda a cumplir la vocación a lo que el Señor te llama, a nosotros el Señor nos ha llamado a una vocación franciscana, y desde ahí estamos respondiendo.
Para responder a una vocación tenemos que tener claro un proyecto, un proyecto de vida. Todos tenemos un proyecto de vida, mi proyecto de vida es vivir en fraternidad, vivir en la relación con Dios, vivir en un compromiso. Hacemos planes, proyectos que llevamos a cabo, etc; ahí es como franciscanos seglares hacemos presente aquello en lo que nosotros creemos y en aquel en quién confiamos, porque somos instrumentos suyos.
Si pongo más atención, mirando en mi interior, descubriré que hay una gran necesidad de mí. El hombre puede estar vagando o divagando en infinidad de cosas, en el mundo en que vivimos, muchos ruidos que nos distraen. Puede hacer infinidad de kilómetros, imagina, san Francisco recorriendo y yendo a Tierra Santa, en España el Camino de Santiago -camino portugués- , en Francia, en Italia, a todos sitios y todo a pie. Santa Teresa que fue fundadora, yendo y recorriendo toda España, es decir, aún haciendo todos esos kilómetros el hombre necesita encontrarse con Dios, necesita a Dios esté donde esté, y descubrirse uno interiormente.
¿Yo me creo capaz que yo puedo cambiar?
¿Somos capaces de cambiar el ambiente y hacerlo distinto donde nos movemos? Nos remitimos a Francisco y Clara de Asís, modificando un poquito el ambiente -no lo cambiarían todo-, Jesús también cambio algo, pero no todo. El Reino de Dios seguimos construyéndolo. Somos capaces y está en nosotros. Podemos curar heridas en nosotros, heridas psíquicas, psicológicas, espirituales, ¡Llamamos otra vez al dios 112! ¿quién puede curar de nosotros?
En cierta manera también nuestros pecados suelen ser nuestras heridas, o heridas que nosotros hemos hecho a otros, ese otro es Cristo. Las heridas que le hacemos a un hermano se las hacemos a Cristo.
Curar aquellos recuerdos dolorosos, situaciones de dolor, estamos en un mundo en el que necesitamos del amor del perdón, de la reconciliación; a veces no tenemos la suficiente fuerza o valentía para reconciliarnos con nadie. Ser capaz de darme en amor a los pobres, como por ejemplo la Madre Teresa de Calcuta y otros muchos. Se es capaz de todo, somos capaces de todo porque dios nos ha hecho capaces de todo, cada uno a nuestro modo, a nuestro ritmo y como bien podamos. Capaz de amar a los amigos, a la familia, etc. Jesús nos invita a todo ello, Jesús nos invita a amar constantemente a todo lo que se mueva a nuestro alrededor. Por mis propias fuerzas no soy capaz de hacer nada, necesitamos a Dios, necesitamos la fuerza de Dios.
Por nosotros mismos hay cosas que no haríamos sino es porque contamos con el de arriba, es el que nos mueve. Francisco a partir del momento de su conversión es lanzado con muchísima fuerza hacia delante, hizo muchísimas obras y cosas de las que antes no era capaz de hacer. Es a raíz del encuentro con Dios cuando fue capaz de hacer muchas cosas, Dios estaba con él.
Tenemos momentos de debilidad, de cansancio, si vamos haciendo el Camino de Santiago nos cansamos, paras un momento, lees un texto de la Biblia, y sigues adelante, has recargado las pilas. El Camino de Santiago o el camino de la vida. Descubro que Dios sí puede transformar en mí y cambiar para poder hacer muchas cosas, en mí y en los demás. Él me creo a imagen y semejanza suya, es Dios quien nos va haciendo esa criatura nueva. De Él vamos tomando todo, el amor, el perdón, la fuerza, etc. Hay que intentar poner todo lo de Él en nosotros.
Tenemos necesidad de Dios. Yo no soy capaz, pero para Dios, como no hay nada imposible, Dios hace esa realidad de que sea capaz, es decir, a Dios le dejamos obrar, Él puede obrar lo que sabe que no podemos por nosotros mismos, ¿cuantos milagros Dios ha hecho en nosotros?.
Aceptar que necesito a Dios, que es para mi lo único realmente necesario, y entonces buscamos sin cesar. Buscar al Dios de Jesús, no podemos buscar a esos dioses del ambiente, que me pueden manipular, o los dioses del sentido o del cuerpo, o los dioses de la afectividad, los dioses de la mente, sino que hay que buscar al Dios de Jesús, el Dios que se hace realidad, que se hace uno de nosotros, el que se encarna. Ese Dios que siento en la profundidad de lo mejor de mi, ese Dios que nos habita, ese Dios que se manifiesta a través de mi mismo. Se nos invita como cristianos a ser...Jesús. Un Dios que vive en mi y que me hace vivir “Jesusmente”.
¿Qué dice Jesús de Dios? Padre, Abba (Papá), ese Padre que nos llama a ser sus hijos. La prueba de que sois hijos es que Dios a enviado a nuestros corazones el Espíritu de su hijo que clama, Abba, Padre, de modo que ya no eres esclavo sino hijo. Por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, por ellos, somos hijos en el Hijo. Es Jesús quien nos ha regalado su Espíritu, el que mueve nuestros corazones, el que nos hace llamar a Dios, Padre.
Dios es Jesús, porque Dios se ha manifestado totalmente en la vida de Jesús. Y Jesús ha manifestado a Dios, nos ha mostrado el rostro de Dios en su modo de vivir, en su modo de amar, en su modo de ser.
En Jesús Dios nos ha manifestado ante todo su misericordia, nos dirá...”Si me conocéis a mí, conocéis también al Padre”, es decir, que nosotros siguiendo el modelo de Jesús ya estamos viviendo a Dios, conociendo a Dios.
También Jesús nos dice que Dios es Espíritu. La palabra espíritu significa: alma, neuma, también en ese sentido: ruah, aliento de vida.
El Espíritu de Dios mismo es quien habita en mí, y quien me da su vida.
Nosotros nos movemos por el Espíritu. Nuestra alma nunca morirá, el espíritu de cada uno de nosotros va con Dios. Todos los espíritus que ya no están en sus cuerpos están en el único Espíritu que es Dios; viven en su presencia, nunca han muerto.
El Espíritu es ante todo amor de Dios, la fuerza de Dios que empuja en todo momento y que hace nacer en mi lo mejor de mi mismo. Desde nuestro interior nos abre el amor de Dios que nos hace semejantes a Jesús, para transformarnos en hijos de Dios. En Francisco y en Clara de Asís aparece constantemente el Espíritu Santo...”movidos por el Espíritu Santo” “Conducidos por el mismo Espíritu Santo” Constantemente esto aparece en sus escritos “Nada sin el Espíritu Santo” Francicisco y Clara han llegado gracias al Espíritu Santo y han sido transformados en lo que ellos son como hijos de Dios por el Espíritu Santo.
San Juan lo hará de ésta manera...”En verdad, en verdad te digo, el que no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios” “Lo que nace de la carne, carne es” “Lo que nace del espíritu espíritu es” “No te asombres de que te haya dicho tenéis que nacer de nuevo” “El viento sopla donde quiere, oyes su voz pero no sabes de donde viene ni a donde va, así es todo el que nace del Espíritu” Es decir, que nosotros estamos aquí porque estamos movidos por el Espíritu, y es el Espíritu quien va conduciéndonos, guiándonos.
Con lo que dice Jesús de Dios viene la invitación a la Plenitud. Sed hijos en el Padre llevando nosotros las marcas de Cristo en nosotros mismos e impulsados también por la fuerza del Espíritu Santo. Lo de Jesús va con nosotros, hallá dónde nosotros vayamos va su Espíritu, que va llevando y conduciendo mi ser obrar y hacer, y Dios es como la raíz y fuente de todo.
Un ser así, transformado, encuentra el amor que de verdad llena la vida. Esto es lo que encontraron nuestros padres, Francisco y Clara y Santa Isabel de Hungría, San Luís rey de Francia y todos nuestros santos.
Un ser humano así, entonces es cuando ya recibe ese don de que es capaz de amar. Francisco descubrió a Dios gracias a su Hijo Jesús y después todo lo que hizo al Espíritu Santo.
Éste es el tercer momento del amor de Dios: aceptar que Él es el mayor amor y dejarte transformar por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, es decir, la Trinidad está constantemente presente en nuestra vida como creyentes.
No solamente seguimos a Jesús, sino a su Espíritu y Aquél que lo envió.

PARA MEDITAR. EL camino



AQUÍ, AHORA, TÚ ERES ESA SEMILLA QUE DA FRUTO

JESÚS ESTÁ SIEMPRE CON NOSOTROS

JESÚS NOS ACOMPAÑA SIEMPRE

PONTE AL SERVICIO DE LOS DEMÁS

HACTE EL MÁS PEQUEÑO

SIGUE CAMINANDO COMO PERSONA

SIGUE CAMINANDO COMO CREYENTE

SIGUE CAMINANDO COMO FRANCISCANO

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CORTESÍA DE MANUEL LÓPEZ
https://opa.cig2.canon-europe.com/s/u/Ga57LmKsfPv

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PAZ Y BIEN


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