martes, 26 de octubre de 2010

 

CATEQUESIS DEL PAPA SOBRE SANTA ISABEL DE HUNGRÍA


El pasado 20 de octubre, Benedicto XVI dedicó su catequesis de los miércoles a la figura de nuestra patrona.


Benedicto XVI explicó que Santa Isabel nació en 1207 y tras vivir los cuatro primeros años en la corte húngara fue entregada en matrimonio a Luis de Turingia. Practicaba asiduamente obras de misericordia, y subrayó que su matrimonio fue muy feliz: Isabel ayudaba a su marido a elevar sus cualidades humanas a nivel sobrenatural, y él, a su vez, protegía a su esposa en su generosidad con los pobres y en sus prácticas religiosas. "Es un claro testimonio de cómo la fe y el amor a Dios y al prójimo fortalecen la vida familiar y hacen aún más profunda la unión matrimonial".

Isabel encontró un apoyo en los Frailes Menores y, a partir de aquel momento, "hizo más decidido su seguimiento de Cristo pobre y crucificado, presente en los pobres". El Papa señaló que el esposo de Isabel murió en 1227. Sin embargo, le esperaba otra prueba: su cuñado usurpó el gobierno de Turingia, declarándose verdadero heredero de Luis y acusando a Isabel de ser una mujer piadosa incompetente para el gobierno. La joven viuda, con sus tres hijos, fue expulsada del castillo de Wartburg y comenzó a buscar un lugar donde refugiarse. Durante esta prueba, soportada con gran fe, paciencia y dedicación a Dios, algunos familiares, que habían permanecido leales y consideraban ilegítimo el gobierno del cuñado, rehabilitaron su nombre. De este modo, a principios de 1228, Isabel recibió una renta adecuada y se retiró al castillo de familia en Marburgo.


"Isabel pasó los tres últimos años de su vida en el hospital que fundó, al servicio de los enfermos, velando a los moribundos. Trataba siempre de realizar los servicios más humildes y los trabajos más repugnantes. Se convirtió en lo que podríamos llamar una mujer consagrada en medio del mundo y formó con otras amigas, vestidas con hábitos grises, una comunidad religiosa".


Benedicto XVI concluyó afirmando que "en la figura de Santa Isabel vemos cómo la fe, la amistad con Cristo, crean el sentido de la justicia, de la igualdad de todos, de los derechos de los demás y crean el amor, la caridad. De esta caridad nace también la esperanza, la certeza de que somos amados por Cristo y de que su amor nos espera y nos capacita para imitarle y ver a Cristo en los demás".

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Comentarios:
En nombre de toda la familia franciscana,te pido amada S.Isabel, por la O.F.S,para que imitándote,consigamos ser consagrados en medio del mundo,sepamos de quien nos hemos fiado y así no tengamos miedo a nada.Intercede ante Dios, pidiéndole Gracia para el grupo de Cehegín que se inicia el día de tu onomástica y ruega a Xto. por nosotros pecadores.Amén
 

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