lunes, 13 de marzo de 2017
LA VOCACION DEL FRANCISCANO
LA VOCACIÓN
nos a amado y nos seguirá amando.
La vocación franciscana Seglar es un "aquí estoy Señor para hacer tu voluntad" siguiendo el espíritu de las Bienaventuranzas.
La regla y vida del Franciscano Seglar es esta: "Vivir el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres.
Prepara la Cuaresma, vive la Semana Santa, ¡ojala vayas del Cristo de San Damian al Cristo de Cimabue! y en Pascua llevemos, con el ejemplo, ese Cristo glorificado nuevamente.
PAZ Y BIEN
La vocación del franciscano seglar empieza primeramente cuando abrirnos el corazón a Dios para dejarnos amar por Aquel que desde siempre
La vocación franciscana Seglar es un "aquí estoy Señor para hacer tu voluntad" siguiendo el espíritu de las Bienaventuranzas.
"La vocación a la O.F.S es una llamada a vivir el Evangelio en comunión fraterna. Con este fin, los miembros de la O.F.S se reúnen en comunidades eclesiales, que se llaman Fraternidades".
(Constituciones Generales articulo 1.1)
La regla y vida del Franciscano Seglar es esta: "Vivir el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, que hizo de Cristo el inspirador y centro de su vida con Dios y con los hombres.
Empezamos cada día como Francisco: "Oh alto y glorioso Dios, ilumina las tinieblas de mi corazón. Dame fe recta, Esperanza cierta, Caridad perfecta.
Sentido y conocimiento, Señor, para cumplir tu santo y veraz mandamiento".
Así empezamos
Con el Cristo de San Damian
Pero nuestra meta a de de ser el Cristo de Cimabue, ese Cristo entregado que ha dado su vida por amor; que nace y muere por amor.
Nuestra vocación no será plena hasta que no demos éste paso.
"Hágase en mí tu voluntad"
"Haz de mí como quieras"
Tenemos que vivir el viernes santo, pero no quedarnos en él, porque detrás está la Pascua, esa expresión de alegría y muy importante, de misión.
Esta será sin duda una buena preparación para la Semana Santa.
Pero aunque nos identifiquemos con el Cristo entregado, como nuestra vida es entrega, y hemos muerto para éste mundo y estando en él trabajamos por los demás para procurar hacer el bien, cada uno según el don que posea, y cuando uno es mayor ayudando también, y esto se puede hacer de muchas maneras.
LA VOCACIÓN decimos, es dejarnos abrazar, dejarnos hacer, ponernos en sus manos, como el niño que se hecha a las manos de su padre porque sabe que lo acoge.
Cuando hablamos de vocación lo más importante es que te fijes en el hermano, ese que tienes al lado, y tú tienes que ser garante de su vocación ¡ayúdale en la dificultad! estate atento a los altibajos, sé hermano.
La tarea es ardua, por eso la fraternidad, por eso estamos aquí, por eso somos franciscanos y no de otro carisma,
la fraternidad duele, el hermano duele; pero no se entiende mi vocación sin mi hermano, porque me va a interpelar cien veces pero, al mismo tiempo es una bendición. Él cómo yo un día abrazo a Francisco de Asís, el como yo abrazó la fraternidad; por eso en la tarea de la vocación está que cuide también de mi hermano, no con discursos; con una frase, con un gesto.
Prepara la Cuaresma, vive la Semana Santa, ¡ojala vayas del Cristo de San Damian al Cristo de Cimabue! y en Pascua llevemos, con el ejemplo, ese Cristo glorificado nuevamente.
PAZ Y BIEN
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