sábado, 31 de marzo de 2018
OFS RETIRO DE CUARESMA 2018
RETIRO DE CUARESMA
OFS ZONA CARTAGINENSE
OFS ZONA CARTAGINENSE
ALBACETE 17-18 de marzo de 2018
Fray ANTONIO JIMÉNEZ
Camina
Pueblo de Dios
Así,
con esta canción, comenzamos el Retiro de Cuaresma.
Mira
allá en el Calvario, en la roca hay una cruz, muerte que engendra
la vida, nuevos hombres, nueva luz.
ORACIÓN
DE ACOGIDA
CUARESMA,
UN ALTO EN EL CAMINO
Todos
vamos en El Camino, cada uno a un ritmo diferente, pero cada uno
buscando al Señor y dejándose encontrar por él.
Llevamos
muchos años en la vida, el camino, y vamos creciendo como personas
humanas, tenemos experiencias y recuerdos de muchas cosas, el ser
humano está en movimiento, en obras, permanentemente, y con el casco
puesto.
Como
persona necesito saber ¿Quién soy?Tengo que mirar dentro de
mí para preguntarme ¿quién soy yo? Es una buena pregunta ¿no? Y
esto para buscar la verdad en mí, lo que hay de esa verdad en
mí. Utilizando el lenguaje de la música vamos a armonizarnos por
dentro. Lo primero y más necesario es abrirnos a la verdad, la
verdad de cada uno ¿cuanto hay de verdad en nosotros?¿cuanto hay de
engaño y de mentira? Y así se vera cuanta verdad hay dentro de
nosotros. Entonces, llegados aquí, miramos todo lo que de verdad ha
ido pasando por mi vida, todo lo de verdad. En definitiva lo que
vamos caminando, la verdad de nosotros.
Nosotros
solos, por nosotros mismos, no podemos, necesitamos la ayuda de Dios,
de Jesús que nos dice:”Yo soy el camino, la verdad y la vida”.
Nos envía su Espíritu.
BUSCAD
LA VERDAD EN MÍ
Así
los que vamos en búsqueda de la verdad podemos ver, o está siendo,
y será mi vida. Estamos caminando, ya llevamos un camino recorrido,
y al mirar lo caminado hacia atrás para seguir adelante nos
preguntamos ¿qué es lo que quiero ser? De un pasado, de un
presente, hacía dónde quiero caminar o que quiero hacer con mi
vida. Todos optamos a tomar un camino, que cogemos libremente, y ese
camino es el que me lleva hacia la verdad; el camino de Francisco y
Clara de Asís, de Santa Beatriz de Silva, de Santa Isabel de
Hungría, de San Luis rey de Francia, etc. Los santos y las santas
han ido en búsqueda de la verdad. Y ellos de alguna manera nos
indican el camino, pero el camino tenemos que hacerlo nosotros
mismos.
QUÉ
QUIERO SER
Entonces
pensad en lo que quiero ser sabiendo en éste momento quién soy. La
verdad de lo que yo soy. Lo que dicen de mí, ni siquiera lo que yo
creo que soy o quiero creer; por que podemos tener una percepción de
lo que soy y en realidad no somo tal. Quizá nos estamos creyendo lo
que otros dicen de nosotros, y tampoco corresponde a la verdad, sino
lo que yo soy.
A
la pregunta a Jesús ¿quién eres? Responde:”Yo soy el que soy
siendo”.
Nosotros
respondemos yo soy el que soy en este momento, y es un misterio, y la
otra persona para mí es un misterio, no terminamos de conocer a la
otra persona, no terminamos de conocernos a nosotros mismos en un
cien por cien.
¿Quién
soy? Nos seguimos preguntando, es difícil responder y dar una
respuesta. No terminamos de completar la definición de quien soy
porque necesitamos la opinión de los demás.
La
pregunta es compleja y difícil de responder por que casi nunca nos
preguntamos ¿quién soy yo? Que no tiene que ver con lo que hacemos,
entonces nos hemos ido alejando de nosotros mismos, siendo más
difícil dar una respuesta.
VALORES
- DEFECTOS
Es
más fácil mirar a los otros, yo no me puedo ver por detrás, por
eso necesitamos de la ayuda de los demás.
Podemos
ver los valores en los demás, descubrir los valores, esto me debe
llamar la atención. Hemos visto esos valores en Francisco y Clara de
Asís, y eso nos ha lanzado a estar donde estamos. Ellos nos ayudan a
descubrir quién soy yo.
No
solamente en los valores, también en los defectos. No nos gusta que
nadie nos diga lo que no somos.
A
veces nos dicen lo que debemos ser pero que no somos. Debes ser una
buena persona, pero no lo eres, entonces esto a lo mejor no nos
gusta. Por eso es difícil hablar de lo que yo soy.
¿Que
valores tengo?
¿Cuales
son mis defectos?
¿Cuales
son mis anhelos?
Esta
suma de preguntas nos está diciendo como soy yo, nos ayudan, nos
dicen lo que es bonico y lo que no lo es tanto.
¿Cuales
son mis dudas? Todos tenemos nuestras dudas, somos un interrogante en
sí mismo.
Es
difícil hablar de lo que soy por que no tengo la costumbre de
mirarme por dentro con verdad, ver la verdad de mí.
Entonces
me desconozco. Se menos de mí de lo que debería de saber.
Si
sé algo de mí, algunos datos superficiales. Y con estos datos
superficiales suelo definirme.
San
Agustín diría:”Es grande la distancia que me separa de mí
mismo”.
Para
conocernos a nosotros mismos hay que poner la meta en Dios.
¿Cual
es la distancia que nos separa de Dios?
Cuanto
más alejados estemos de Dios menos nos conoceremos, pero cuanto más
cerca estemos de Dios más tendremos conocimiento de nosotros mismos.
Para
Santa Clara, el espejo donde fue conociéndose a sí misma, fue el
Cristo de San Damián. Cuantas horas de contemplación en ese espejo
que es Cristo. Y a sus hermanas y a nosotros nos invita a ello.
Cuanto más cerca estemos de Cristo, más nos conocemos a nosotros
mismos.
Es
como el fuego. Cuanto más cerca estemos del fuego más
experimentamos lo que significa quemarse, arder., cuanto más cerca
del fuego experimentamos lo que es el calor, cuanto más cerca
estamos experimentaremos la sensación de consumirnos en ese mismo
fuego. Y esto es lo de Jesús; Jesús cuanto más cerca de Dios nos
dará a conocer quién es Él (Del Evangelio de Juan..”Yo soy la
luz”, “Yo soy la resurrección y la vida”, etc).
Que
podamos decir esto nosotros como cristianos: ¿Quién soy?
Ojala
podamos decir como Francisco, como Clara de Asís: ¡Yo soy de
Cristo!.
ACEPTAR
LO QUE SOY AHORA
Si
quiero transformar mi vida tengo que empezar por aceptar aquello
que ahora soy, ahora, en este momento. Nosotros vamos el
cambiando porque el tiempo va pasando. Por ejemplo, si has hecho el
camino de santiago y vuelves después de un tiempo veras que hay
cosas que han cambiado, han cambiado las señales, hay nuevos
albergues, nos pasas por el mismo pueblo, entonces ya vemos que hay
un cambio recorriendo el mismo camino; si esto lo aplico en mí me
doy cuenta que yo no soy el mismo que fui hace un tiempo, aunque en
esencia sigo siendo yo gracias a ese camino que he echo, o la vida
que he recorrido, el camino de santiago o el camino de la vida. Yo
soy lo que soy gracias a lo que he vivido antes.
Celebramos
la Cuaresma, nos decimos nuestra verdad, volver a nacer, lo que dijo
Jesús a Nicodemo. Constantemente los cristianos estamos volviendo a
nacer cada día, si tenemos claro ¿cómo podemos volver a nacer? Si
tienes claro aquello que tú seas, de aquello que no eres, intentar
que tú seas; ahí es cuando tú estás naciendo como de nuevo.
Si
descubro lo que yo soy, sólo viendo con la verdad se puede alcanzar
lo yo soy, desde la libertad.
Hay
personas que dan una imagen y luego son otra cosa, que muestran una
cosa que luego realmente no son.
La
verdad hace descubrirnos quiénes somos, o cómo somos.
LA
LIBERTAD
...”Si
conocierais la verdad, la verdad os hará libres”; Las cosas que
nos muestran lo contrario de lo que nosotros no somos, es lo que nos
hace a veces esclavos, al hombre de ayer de hoy y de siempre. Esto
nos hace ver cuales son nuestras esclavitudes.
COMO
LA CEBOLLA. LAS CAPAS DE MI VIDA
¿Qué
es lo que tenemos que sacar afuera, para que yo pueda descubrir,
buscar, esa verdad y al mismo tiempo que nazcan en nosotros cosas
nuevas. Hay que mirarse por dentro, para ello tomamos la imagen de
una cebolla, la cebolla tiene muchas capas. Esa cebolla soy yo, mi
vida, y tenemos que buscarnos ese ¿quién soy? .
La
primera capa.- Yo soy un ambiente, cuando nos
reunimos creamos un ambiente, una puesta en común, un interés, algo
que tenemos en conjunto; pero cada uno hemos nacido en un ambiente
diferente, de ciudad, de pueblo, de barrio, esto influirá en nuestra
manera de ser, lo que yo soy. Como hemos estado durante años en ese
ambiente tengo las actitudes de ese ambiente. Por ejemplo, Francisco
de Asís vivió en un ambiente, y ese ambiente que él respiraba es
lo fue haciendo de Francisco lo que fue, y fue haciendo y
descubriendo un camino, un proceso de conversión, etc. hasta
alcanzar lo que él quería ser. Fue quitando lo que no tenía que
ser.
La
pregunta es ¿quién ha hecho ese ambiente? ¿quién ha creado el
ambiente que nosotros respiramos? Yo querría cambiar muchas cosas de
nuestra sociedad actual, pero tengo que vivir en este ambiente, en
tiempos anteriores o en otro lugar el ambiente era y es diferente. El
ambiente en el tiempo de Francisco, en el siglo XII-XIII, determinó
para que Francisco fuera quién es y santa Clara fuera quién es, y
llegar hasta nosotros, y nosotros debemos intentar prolongar ese
ambiente en nuestras vidas, en nuestros ambientes.
Hombres,
mujeres seres humanos como yo, yo formo parte de ese ambiente, hay
otros que son igual que que yo, que no son diferentes, que no son ni
mejor ni peor, todos formamos ese ambiente. Hombres y mujeres que en
la vida cotidiana, casi sin darse cuenta, empezaron a vivir los
valores falsos del ambiente, (campañas contra el tabaco, alcohol,
drogas, etc),nosotros solos no podemos determinar que se acabe eso de
una vez para siempre, son como lacras de la sociedad que vivimos
respirando en ese ambiente; depende del ámbito en que te metas
respiraras una cosa u otra, o el ambiente que tú quieras crear, eso
determinará quién tú seas. Francisco creó un ambiente muy
distinto al ambiente que entonces existía.
¿Cuáles
son los cimientos de mi ambiente? Esto nos va a hablar de las
tentaciones, a mi ambiente le interesa el TENER, todos
tenemos, tenemos algo, tenemos salud, uno de los objetivos de la vida
es tenerlo todo, tener hasta lo que no es necesario. Cuando entramos
a un centro comercial compramos cosas que a veces no nos son
necesarias. Caemos en la tentación de movernos en un ambiente que
nos invita constantemente a tener cosas. Pero eso ya también me
dice quien yo soy, una persona que vive solamente del tener ¿vivimos
del tener?
En
mi ambiente interesa SER el mejor, deslumbrar,llamar la
atención, tener un título, parece que si no tienes un título no
eres persona, el tener o el valer; muchas veces hacemos las cosas
para ir adelante, para que me aplaudan, para querer ocupar los
primeros puestos, para tener protagonismo. Francisco fue todo lo
contrario, humildad, disponibilidad, servicio, es decir, todo lo
contrario. Crear un ambiente diferente que realmente no nos hace ser.
Teniendo en cuenta todo aquello que no nos hacer ser, tenemos que
hacer ese ejercicio de ser lo que debemos ser.
El
otro ambiente es el del PODER, el del dominio, gobernar a los
demás, dar órdenes, estar arriba; ¡me gusta que me sirvan!
Entonces hay que hacer el ejercicio de servir a los demás.
Que
los demás hagan lo que yo quiero, me gusta manejar a los otros, unas
veces con palabras, con argumentos, con sentimientos. Hay gente que
manipula con los sentimientos, que te dice cómo debes amar, o cómo
debes responder a determinadas situaciones.
Tratar
a las personas como si fueran objetos, no como lo que somos,
personas. Esto lo vemos en los medios, y Jesús, y Francisco, y Clara
de Asís, hicieron una llamada “revolución social” al tratar de
cambiar las cosas del derecho al revés, de como son a como deben
ser.
A
las personas se las utiliza, se las degrada, y se las compra. La
esclavitud no ha dejado de existir, hoy también hay personas que
siguen siendo esclavas en todos los sentidos.
Nos
acercamos a la otra persona buscando un beneficio propio.
En
mi ambiente la responsabilidad siempre es de otros, cuando hay que
tomar una decisión importante decimos: ̶
Eso tú que tienes la responsabilidad.
También
confundimos divertirse con recrearse, hoy estamos en el mundo de la
diversión. Pues es todo lo contrario, es como perder nuestro camino
y el horizonte de nuestra vida.
La
Iglesia no debe confundirse con un lugar de diversión (teatro,
circo, etc). Recrearse es volver ha hacer las cosas bellas, volver al
sentido de nuestra vida. Todo lo que va determinando mi yo soy.
Segunda
capa.- Sentidos. Yo soy un cuerpo que tiene unos
sentidos. Con el cuerpo comunicamos lo que yo soy, utilizamos no solo
la palabra sino los gestos, con los gestos expresamos más de lo que
podemos decir. Expresamos lo que nos sucede (alegría, tristeza,
agobio, desesperación), ahí vamos comunicando, y ahí están los
cinco sentidos. Por ejemplo: escuchamos lo que nos interesa y a quién
nos interesa.
Si
cogemos todos nuestros sentidos ¿qué es lo que hacemos con ellos?
Dios nos ha creado con los sentidos, cada uno de ellos tiene su razón
de ser. Por qué Dios nos ha regalado la vista, el oído, el olfato.
Tercera
capa.- Afectividad. Yo soy afectividad,
sentimientos (los animales también tienen sentimientos). A veces el
que tengo al lado toca mis sentimientos, me dice lo que tengo que
cambiar. Cada uno tiene sus sentimientos, lo que uno es, y esto me va
acercando a lo que yo soy. Por ejemplo: me conmueve estar cerca de
una persona a la que tengo que consolar porque está triste por una
situación, me conmueve estar cerca de un mendigo, de un emigrante,
de un excluido, etc. Francisco se acercó a los leprosos y aquello
que era amargo se convirtió en dulzura de cuerpo y alma. Francisco
tenía sentimientos, era una persona muy afectiva. Una persona
afectiva es la que le afecta todo lo que hay a su alrededor, (dolor,
ternura) todo lo que está sucediendo, e intenta dar una respuesta a
esos sufrimientos, a esos males.
Jesús
en la cruz asume todos los sufrimientos de todas las personas que
sufren en este mundo.
Cuarta
capa.- La Mente. Soy una mente, mi mente tiene tres
funciones básicas:Inteligencia,
Dios nos ha dado inteligencia. La inteligencia la usamos para un fin
o para otro, para descubrir y para conocer, para ir más allá de
nosotros. Libertad de elegir, de
tomar una opción de vida, de hacer la voluntad, constantemente
estamos eligiendo, constantemente forjamos nuestra vida por un
camino, por aquí o por allá. Qué
decisiones tomo, yo tomo la decisión de ir o no ir a un
determinado lugar, de estar o no en un sitio. A veces nuestra
inteligencia está contaminada por el ambiente, por unas ideas que
llevan a nuestra vida a vivir en mediocridad.
Quinta
capa.- Yo soy lo mejor de mí. Vamos quitando capas
para descubrirme que yo soy lo que soy. Mis valores, las cosas buenas
que tengo, positivas, etc. También lo difícil de mí, las cosas
negativas, los defectos.
Para
mostrar lo que somos tenemos que seguir buscando, luchando por los
valores auténticos.
Necesito
descubrir de mí lo mejor de mí mismo, ¿cuales son mis valores
auténticos? Y desde ahí empezar a reconstruir mi vida.
¿Quién
soy yo?
Encontrar
la ARMONÍA
ORACIONES
DE SAN FRANCISCO
Saludo
a las Virtudes
Salve,
reina Sabiduría, el Señor te salve con tu hermana la santa pura
Sencillez.
Señora
santa Pobreza, el Señor te salve con tu hermana la santa Humildad.
Señora
santa Caridad, el Señor te salve con tu hermana la santa Obediencia.
Santísimas
Virtudes, a todas os salve el Señor, de quién venís y procedéis.
….
¿QUIÉN
SOY YO? Para
responder a esta pregunta nos valemos del Evangelio.
LOS
FALSOS DIOSES
Como
el pueblo de Israel, nosotros
hemos fabricado falsos dioses, diocesillos, ídolos. Aquellos
levantaron un becerro de oro. La pregunta es: ¿cuales son los ídolos
que yo he montado en mi vida? Porque nosotros igual que en tiempos de
Moisés, vamos edificando varios ídolos en nuestra vida. Nosotros
nos debemos al Dios verdadero.
Entonces
debemos destruir los falsos dioses. Tenemos por una parte que
construir nuestra vida, nuestro yo, y por otra destruir los falsos
dioses.
Nos
movemos en el mundo de la imágenes, hoy todo nos entra por los
mas-media, (medios de comunicación de masas), por las redes
sociales, ya ni nos vemos; nos vendemos nosotros fácilmente, a los
medios de comunicación, ello condiciona también nuestra vida. Por
ejemplo: sí te llega la imagen que España es el paraíso, quieres
venir aquí, (la televisión, las mafias, hacen llegar esto).
Cuando
vamos caminando vamos recibiendo publicidad, nos van vendiendo cosas,
imágenes de moda, también por la televisión por Internet; todo
esto, sino tenemos las cosas claras, hacen que nos apartemos de Dios,
hacen que dejemos a Dios a un lado y terminamos sustituyendo al Dios
verdadero por estos dioses que me fabrico yo, o que otros me ofrecen,
o que la misma sociedad me está regalando. El consumo, no es lo
mismo tener las puertas de las tiendas abiertas para vayas a comprar,
que tener abiertas las puertas de la Iglesia para que tu vayas
a ofrecerte a ti mismo. Las iglesias en medio de la ciudad son
verdaderos oasis de paz, de silencio, de concentración, de
interioridad.
La
pregunta sería si, ¿he adorado yo dioses? Esos dioses que me
permiten huir
o
escapar de mi propia realidad, no encontrarme con lo que soy, y que
no me ayudan a construirme como persona, ¿cuales son nuestros
dioses?.
Para
encontrarme con Dios tenemos que destruir esos falsos dioses, y
Moises lo dejo claro, si queréis encontraros con Dios tenéis que
destruir éste ídolo que habéis construido. Lo importante es seguir
caminando como pueblo, levantarse y seguir caminando, por eso la
pregunta ¿cuales son los ídolos de mi vida?.
Porque
no sólo tengo dioses falsos (Ejem. Google, a veces mi familia, mi
lugar de trabajo, etc), que me han deformado esa imagen de Dios
verdadero.
Destruir
dioses falsos o falsas imágenes como: el dios policía
(vigilar, controlar, estar pendiente de cuando fallo, a ver cuando
hago algo mal para castigarme).
El
dios juez, que le interesa que yo únicamente cumpla unas
normas y que me condenen cuando las infrinjo.
En
el Antiguo Testamento la palabra que más se repite es justicia, pero
no la justicia como nosotros pensamos, bueno-malo, justicia
distributiva, o como decimos, proporcionalmente al mal que hayas
cometido. Solamente en Dios está la justicia, pero no como nosotros
la entendemos. Jesús obro la justicia en determinadas personas
condenando el acto, pero no la persona. La persona es la que hay que
salvarla, y por eso ha venido Jesús.
El
dios culpable de todo, al cual culpamos de todo lo malo que
ocurre, es decir, cuando las cosas nos van bien no nos acordamos de
Dios, no le damos ni las gracias, pero cuando las cosas van mal oímos
decir: “Yo no creo”. Dios no existe, porque cómo Dios permite
que exista el mal en el mundo, Dios permite que haya hambre, que
hayan guerras, Dios permite que exista el SIDA, etc. Cómo ha
permitido Dios el Holocausto nazi ¿dónde estaba Dios?. Dios es
culpable de todo lo que está ocurriendo.
Al
que nos dice esto le podemos decir: si Dios no existe los males son
nuestros, la culpa es nuestra. La culpa es tuya.
El
mal es debido a la libertad de la condición humana, porque somos
libres cometemos esos actos. Dios te ha creado a ti para que tu seas
instrumento y puedas cambiar las cosas a mejor.
El
dios amnistía, con el que puedo hacer siempre lo que me da la
gana, sin importarme las consecuencias, porque cómo al final Él
siempre perdona. Como es misericordioso pues yo hago lo que quiero y
luego voy y me arrepiento.
El
dios supermercado, que está ahí para concedernos todo lo que
nosotros le pidamos, me tiene que dar lo que yo le pida.
El
dios 112, al que llamamos en caso de emergencia, porque tantas
veces vamos en actitud egoísta, el Dios que descubre Francisco y
Clara de Asís es un Dios al que van desinteresadamente, un Dios al
que te ofreces gratuitamente. Dios presente toda tu vida, en todo
momento, siempre.
El
dios a la carta, cuando vamos a un restaurante elegimos a la
carta aquello que en ese momento nos gusta o nos apetece. Hacemos un
Dios a la medida.
El
dios de las nubes, el que está lejos de mí, ahora en
informática todo se sube a la nube, esa memoria virtual, es decir,
hacemos un Dios lejos de mi vida.
Estas
son como imágenes falsas que en cierta manera nos impiden ver al
Dios verdadero, y a descubrirnos ese mi yo, se trata de ir
descubriendo la verdad.
El
paso siguiente es encontrar a Dios. Dios no es una idea, ni un
concepto, ni una imagen de las que hemos visto. Es una persona,
Benedicto XVI lo dejó bien claro, Dios es una persona, es
Jesucristo.
Tenemos
que tener experiencia de fe, un cristiano ha de tener o ha tenido una
experiencia de Dios. Nuestra fe tiene cuatro
pilares, fe profesada
-el dogma, las verdades que nunca van a cambiar hoy mañana y
siempre(si tu no crees en la Resurrección no eres cristiano). Es una
fe celebrada:
liturgia, sacramentos ,etc. Una fe
que tiene que ser vivida: nuestra
moral, nuestra ética, unos valores. Una fe
orada, es decir, con la oración. La síntesis de todo el
Evangelio de la vida de Jesús está en el Padrenuestro.
Toda
nuestra vida es tener una experiencia de fe, estos cuatro pilares es
una experiencia de Dios. A Dios se le encuentra, no hace falta
demostrarle (para eso la ciencia que quiere datos). La religión para
los cristianos es de una verdad, ya tenemos una verdad, y esa verdad
es la que se me ofrece a mí y que yo tengo que ir a encontrarla, y
ese es Dios para nosotros, Jesús de Nazaret concretamente. San
Francisco andaba buscando a Dios y en tres textos le dijo lo que
quería de él...”Esto es lo que busco”.
¿Busco
yo también a Dios, cómo Francisco? Francisco y Clara buscaban a
Dios y éste hecho hace que también se fueran encontrando así
mismos.
Hay
espacios, lugares, que son de encuentro con Dios, la Palabra, la
Biblia -Francisco vivió de la Palabra, fue su alimento-. La Iglesia
vive de La Palabra de Dios, la Verdad Revelada. Tu quieres alcanzar
esa verdad para descubrirte a ti mismo; alimentate de esa Palabra,
alimentate de esa Verdad. Es el lugar privilegiado para encontrarte
con Dios, y está al alcance de todos, Dios nos habla en su Palabra.
Es el único libro que en vez de leerlo me lee a mí, ese libro me
está haciendo una lectura interior de mí, me está haciendo
descubrir quién soy yo. Es Dios quien a través de la lectura de su
misma Palabra me está descubriendo a mi mismo. Por eso cuando
escucho la Palabra descubro que esta hecha para mi vida, y ahí es
donde tenemos que descubrir la voluntad de Dios. La vida de Francisco
y de Clara están constantemente alimentados con la Palabra de Dios.
Buscar
a Dios en la historia de mi vida, Dios me va hablando en mi historia,
cada uno tiene su propia historia personal. Veo en la historia de mi
vida cómo Dios me ha ido acompañando. Tenemos que sentir cada día
la presencia de Dios en nuestra vida, sentir esos momentos
especiales. Francisco y Clara de Asís dejan escritos esos momentos
especiales en su Testamento.
Si
yo escribiera mi testamento, todo lo que Dios ha hecho por mi,
tendria que tener una actitud de agradecimiento.
También
descubro a Dios en los demás. Francisco descubre a Dios en los
leprosos, en los pobres...”En ellos descubrí al mismo Dios”.
Porque Dios nos habita a todos.
Una
pregunta ¿Yo soy franciscano por qué? ¿Yo por qué he llegado
aquí?
La
Palabra, mi historia, los demás; son espacios de encuentro con Dios.
En
el Evangelio Jesús da dignidad a las personas que, en cierta manera
habían sido marginadas, es decir, las puestas al margen, fuera del
camino; no existen, son invisibles. Y Jesús recupera a esas personas
porque son igual que todos a los ojos de Dios, con la misma dignidad.
La
manera de ser de Jesús es la manera de ser de Dios. Cada vez que leo
el Evangelio de cada día me digo cómo obraría Jesús. Jesús me
está manifestando quién es Dios para mí, me está dando una imagen
autentica de Dios, la verdad de esa imagen de Dios que es Jesús, el
rostro de Dios. Todo lo que diga de Jesús que es: misericordioso,
que perdonaba, que estaba atento a las necesidades de los otros, etc
etc, para mí esa es la imagen de Dios.
Cuando
Dios quiso mostrarse y explicar su divinidad se hizo hombre en Jesús;
por esa razón estamos todos aquí. El misterio de la Encarnación,
un Dios que se hace uno de nosotros. Que se ha manifestado a la
humanidad.
En
las oraciones de acción de gracias se nos está manifestando el
rostro de Dios, y muchas veces resumen lo que es Dios para nosotros.
….Así
pequeño y humano,
humilde
y misericordioso,
pobre
y cercano a los más débiles,
incapaz
de juzgar y siempre
pronto
al perdón,
enamorado
de los pecadores
y
apasionado por todas las criaturas.
Así
incapaz de apagar la mecha
que
aún humea
o
de cargar la caña rasgada.
Así
cómo Jesús, así es Dios.
Tal
vez fuera más cómodo que Dios fuera una idea abstracta. La única
religión que tiene a Dios como persona es el cristianismo; otras
religiones son ideas abstractas.
Dios
se ha manifestado de muchas maneras, pero ha hablado de una manera
especial en su hijo Jesús.
Jesús
es el que nos incomoda y, nos debe incomodar, cuando las cosas no las
llevamos bien, no van como deben ser.
En
nosotros suena una melodia por dentro que es Dios en mi vida, no se
trata de creer en nada, sino de vivir. Cuando tengo esa melodía de
Dios resonando dentro de mí, es cuando me lanzo a hacer camino. Esto
es lo que lanzó también a Francisco de Asís y decir...”El Amor
no es amado”. Lo decía cantando y llorando; yo sé que en mi nota
Dios camina conmigo
Un
dicípulo preguntó a su maestro: ¿Maestro, cómo encontrar a
Dios?
El
maestro lo metio en el río sumergiendo la cabeza dentro del agua, y
lo dejó libre sólo cuando ya estaba apunto de ahogarse.
Luego
le dijo a su discípulo: Cuando quieras encontrar a Dios con la misma
intensidad como querías el aire para respirar, entonces, sólo
entonces lo hallaras.
Interiorizar
la MELODÍA
CINE CON VALORES
El inolvidable Simon Birch
DESCUBRIR
QUIÉN SOY AL COMPÁS DE JESÚS
26
Y os daré un corazón nuevo,
infundiré
en vosotros un espíritu
nuevo,
quitare de vuestra carne
el
corazón de piedra y os daré un
corazón
de carne.
27
Infundiré mi espíritu en vosotros
y
haré que os conduzcáis según
mis
preceptos y observéis y
practiquéis
mis normas.
28
Habitaréis la tierra que yo di a
vuestros
padres. Vosotros seréis
mi
pueblo y yo seré vuestro Dios.
Ezequiel
36
Esto
se viene repitiendo en Cuaresma para recordarnos que yo soy vuestro
Dios y que vosotros seréis mi pueblo. Y Jeremías nos dirá: no os
olvidéis que Dios os ha elegido, que vosotros formáis una
comunidad.
Nosotros
formamos el pueblo de Dios, la Iglesia, que Dios nos ha llamado a
pertenecer, ¡que no se nos olvide! He sido llamado a ser persona, he
sido llamado a amar. Amar a los que están cerca y también a los
lejanos. Llamado al encuentro con los demás y ese amor a los más
pobres; pero hay una llamada más radical, una llamada al primer y
más grande Amor, estoy llamado a amar a Dios, es decir, de la misma
manera que expresamos nuestro amor a una persona, así también
tendría que ser nuestro amor a Dios.
Descubrimos
el amor a Dios de personas, santos y santas, que ese amor a Dios les
llevaron a amar más a los demás, al que está más próximo.
Si
descubres ese amor a Dios esto te va a llevar a amar a los demás.
Es amando al hermano como estamos amando a Dios, cuanto más amor
volquemos en ellos así más amaremos a Dios.
Todos
hemos escuchado la llamada de Dios. Dios nos está llamando. Dios
sale al encuentro de nosotros, Dios nos ha mostrado primero su amor y
nos está atrayendo a Él.
A
lo largo de la Historia del hombre vemos que el hombre sigue teniendo
sed de Dios, tenemos esa necesidad de Dios, necesitamos de Dios en
nuestra vida, lo sabemos, y cuando vamos solos, sin Dios, nuestra
vida se tambalea en muchos aspectos. Necesitamos que Dios nos
acompañe y sea nuestro punto de apoyo firme.
Lo
que la sociedad me va ofreciendo sirve para reafirmar más a Dios en
mi vida, las cosas que me va ofreciendo la sociedad yo digo: pues
esto no me hace feliz, esto me complica más la vida, estamos
recibiendo consignas de una sociedad nihilista, etc. Pues entonces
vamos a la fuente que es Dios.
Dios
está en mi interior. San Agustín buscaba a Dios pero no le
encontraba, Dios estaba en lo más interior de él mismo.
En
el interior de uno mismo hay que encontrar a Dios, esté donde esté
tengo que encontrar al Dios dentro de mí, que me habita.
La
tendencia es a vivir en la comodidad, que nadie me turbe de la
comodidad en la que yo vivo, yo estoy muy bien asi.
Pero
también esta la persona luchadora, que se revela ante esta sociedad
que nos ofrece otras cosas, desde otros parámetros, que no nos
ofrece la felicidad plena, cómo nosotros sabemos (en ésta sociedad
nihilista que constantemente me dice: sé feliz, diviértete, huye
del dolor).
Nosotros
tenemos derecho a ser feliz, es decir, buscar esos caminos, o buscar
a ese alguien quien sé que me ayuda a ser feliz, ese derecho lo
tenemos todos.
Unos
derechos, unos valores, a ser feliz. Como Zaqueo, como la mujer
pecadora, como Pedro, como tantos que aparecen en el Evangelio, yo
también puedo escuchar la Palabra de Dios. Cuando hay un dialogo en
los Evangelios esto me interpela, me pongo en cada uno de esos
personajes y luego me pongo del lado de Jesús, cómo Jesús
reacciona o actúa en ese momento, en ese dialogo, me digo: si yo
fuera Jesús cómo actuaría en éste momento. Pero si yo soy ese
personaje me fijo como Dios actúa en mí; como me identifico y
quiero que Dios me corrija lo tenga que corregir, que actúe en mí
en lo que sabe que necesito, o tenga que completar en mi lo que sabe
que me falta.
Dios
gime en mi interior llamándome. Ha llegado la hora de buscar al que
busca, de amar al que me amó primero, es decir, cualquier acción
que el hombre vaya a realizar es una acción, que en cierta manera,
Dios ya ha realizado en mi. Dios me está buscando, ahora yo tengo
que buscar a Dios. Dios quiere encontrarse conmigo. Tenemos que hacer
todo lo posible para que ese encuentro se lleve acabo, dejarse
encontrar.
...Oigo
una voz en mí corazón,
buscad
mi rostro,
y
yo busco tu rostro Señor,
no
me ocultes tu rostro.
Espera
en el Señor,
se
valiente,
ten
animo en tu corazón,
espera
en el Señor.
¿Cual
fue aquel momento en que nosotros nos sentimos encontrar por Dios?
En
el que nosotros también íbamos buscándole a Él. Esto es una
búsqueda incesante, no paramos de buscar a Dios, a Dios hay que
buscarlo en todo momento, en cada acontecimiento, en cada segundo de
mi vida.
Este
es el primer momento del amor a Dios, aceptar que la llamada está
ahí. Recibimos una vocación. La profesión te ayuda a cumplir la
vocación a lo que el Señor te llama, a nosotros el Señor nos ha
llamado a una vocación franciscana, y desde ahí estamos
respondiendo.
Para
responder a una vocación tenemos que tener claro un proyecto, un
proyecto de vida. Todos tenemos un proyecto de vida, mi proyecto de
vida es vivir en fraternidad, vivir en la relación con Dios, vivir
en un compromiso. Hacemos planes, proyectos que llevamos a cabo, etc;
ahí es como franciscanos seglares hacemos presente aquello en lo que
nosotros creemos y en aquel en quién confiamos, porque somos
instrumentos suyos.
Si
pongo más atención, mirando en mi interior, descubriré que hay una
gran necesidad de mí. El hombre puede estar vagando o divagando en
infinidad de cosas, en el mundo en que vivimos, muchos ruidos que nos
distraen. Puede hacer infinidad de kilómetros, imagina, san
Francisco recorriendo y yendo a Tierra Santa, en España el Camino de
Santiago -camino portugués- , en Francia, en Italia, a todos sitios
y todo a pie. Santa Teresa que fue fundadora, yendo y recorriendo
toda España, es decir, aún haciendo todos esos kilómetros el
hombre necesita encontrarse con Dios, necesita a Dios esté donde
esté, y descubrirse uno interiormente.
¿Yo
me creo capaz que yo puedo cambiar?
¿Somos
capaces de cambiar el ambiente y hacerlo distinto donde nos movemos?
Nos remitimos a Francisco y Clara de Asís, modificando un poquito el
ambiente -no lo cambiarían todo-, Jesús también cambio algo, pero
no todo. El Reino de Dios seguimos construyéndolo. Somos capaces y
está en nosotros. Podemos curar heridas en nosotros, heridas
psíquicas, psicológicas, espirituales, ¡Llamamos otra vez al dios
112! ¿quién puede curar de nosotros?
En
cierta manera también nuestros pecados suelen ser nuestras heridas,
o heridas que nosotros hemos hecho a otros, ese otro es Cristo. Las
heridas que le hacemos a un hermano se las hacemos a Cristo.
Curar
aquellos recuerdos dolorosos, situaciones de dolor, estamos en un
mundo en el que necesitamos del amor del perdón, de la
reconciliación; a veces no tenemos la suficiente fuerza o valentía
para reconciliarnos con nadie. Ser capaz de darme en amor a los
pobres, como por ejemplo la Madre Teresa de Calcuta y otros muchos.
Se es capaz de todo, somos capaces de todo porque dios nos ha hecho
capaces de todo, cada uno a nuestro modo, a nuestro ritmo y como bien
podamos. Capaz de amar a los amigos, a la familia, etc. Jesús nos
invita a todo ello, Jesús nos invita a amar constantemente a todo lo
que se mueva a nuestro alrededor. Por mis propias fuerzas no soy
capaz de hacer nada, necesitamos a Dios, necesitamos la fuerza de
Dios.
Por
nosotros mismos hay cosas que no haríamos sino es porque contamos
con el de arriba, es el que nos mueve. Francisco a partir del momento
de su conversión es lanzado con muchísima fuerza hacia delante,
hizo muchísimas obras y cosas de las que antes no era capaz de
hacer. Es a raíz del encuentro con Dios cuando fue capaz de hacer
muchas cosas, Dios estaba con él.
Tenemos
momentos de debilidad, de cansancio, si vamos haciendo el Camino de
Santiago nos cansamos, paras un momento, lees un texto de la Biblia,
y sigues adelante, has recargado las pilas. El Camino de Santiago o
el camino de la vida. Descubro que Dios sí puede transformar en mí
y cambiar para poder hacer muchas cosas, en mí y en los demás. Él
me creo a imagen y semejanza suya, es Dios quien nos va haciendo esa
criatura nueva. De Él vamos tomando todo, el amor, el perdón, la
fuerza, etc. Hay que intentar poner todo lo de Él en nosotros.
Tenemos
necesidad de Dios. Yo no soy capaz, pero para Dios, como no hay nada
imposible, Dios hace esa realidad de que sea capaz, es decir, a Dios
le dejamos obrar, Él puede obrar lo que sabe que no podemos por
nosotros mismos, ¿cuantos milagros Dios ha hecho en nosotros?.
Aceptar
que necesito a Dios, que es para mi lo único realmente necesario, y
entonces buscamos sin cesar. Buscar al Dios de Jesús, no podemos
buscar a esos dioses del ambiente, que me pueden manipular, o los
dioses del sentido o del cuerpo, o los dioses de la afectividad, los
dioses de la mente, sino que hay que buscar al Dios de Jesús, el
Dios que se hace realidad, que se hace uno de nosotros, el que se
encarna. Ese Dios que siento en la profundidad de lo mejor de mi, ese
Dios que nos habita, ese Dios que se manifiesta a través de mi
mismo. Se nos invita como cristianos a ser...Jesús. Un Dios que vive
en mi y que me hace vivir “Jesusmente”.
¿Qué
dice Jesús de Dios? Padre, Abba (Papá), ese Padre que nos llama a
ser sus hijos. La prueba de que sois hijos es que Dios a enviado a
nuestros corazones el Espíritu de su hijo que clama, Abba, Padre, de
modo que ya no eres esclavo sino hijo. Por el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo, por ellos, somos hijos en el Hijo. Es Jesús quien
nos ha regalado su Espíritu, el que mueve nuestros corazones, el que
nos hace llamar a Dios, Padre.
Dios
es Jesús, porque Dios se ha manifestado totalmente en la vida de
Jesús. Y Jesús ha manifestado a Dios, nos ha mostrado el rostro de
Dios en su modo de vivir, en su modo de amar, en su modo de ser.
En
Jesús Dios nos ha manifestado ante todo su misericordia, nos
dirá...”Si me conocéis a mí, conocéis también al Padre”, es
decir, que nosotros siguiendo el modelo de Jesús ya estamos viviendo
a Dios, conociendo a Dios.
También
Jesús nos dice que Dios es Espíritu. La palabra espíritu
significa: alma, neuma, también en ese sentido: ruah, aliento de
vida.
El
Espíritu de Dios mismo es quien habita en mí, y quien me da su
vida.
Nosotros
nos movemos por el Espíritu. Nuestra alma nunca morirá, el espíritu
de cada uno de nosotros va con Dios. Todos los espíritus que ya no
están en sus cuerpos están en el único Espíritu que es Dios;
viven en su presencia, nunca han muerto.
El
Espíritu es ante todo amor de Dios, la fuerza de Dios que empuja en
todo momento y que hace nacer en mi lo mejor de mi mismo. Desde
nuestro interior nos abre el amor de Dios que nos hace semejantes a
Jesús, para transformarnos en hijos de Dios. En Francisco y en Clara
de Asís aparece constantemente el Espíritu Santo...”movidos por
el Espíritu Santo” “Conducidos por el mismo Espíritu Santo”
Constantemente esto aparece en sus escritos “Nada sin el Espíritu
Santo” Francicisco y Clara han llegado gracias al Espíritu Santo y
han sido transformados en lo que ellos son como hijos de Dios por el
Espíritu Santo.
San
Juan lo hará de ésta manera...”En verdad, en verdad te digo, el
que no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de
Dios” “Lo que nace de la carne, carne es” “Lo que nace del
espíritu espíritu es” “No te asombres de que te haya dicho
tenéis que nacer de nuevo” “El viento sopla donde quiere, oyes
su voz pero no sabes de donde viene ni a donde va, así es todo el
que nace del Espíritu” Es decir, que nosotros estamos aquí porque
estamos movidos por el Espíritu, y es el Espíritu quien va
conduciéndonos, guiándonos.
Con
lo que dice Jesús de Dios viene la invitación a la Plenitud. Sed
hijos en el Padre llevando nosotros las marcas de Cristo en nosotros
mismos e impulsados también por la fuerza del Espíritu Santo. Lo de
Jesús va con nosotros, hallá dónde nosotros vayamos va su
Espíritu, que va llevando y conduciendo mi ser obrar y hacer, y Dios
es como la raíz y fuente de todo.
Un
ser así, transformado, encuentra el amor que de verdad llena la
vida. Esto es lo que encontraron nuestros padres, Francisco y Clara y
Santa Isabel de Hungría, San Luís rey de Francia y todos nuestros
santos.
Un
ser humano así, entonces es cuando ya recibe ese don de que es capaz
de amar. Francisco descubrió a Dios gracias a su Hijo Jesús y
después todo lo que hizo al Espíritu Santo.
Éste
es el tercer momento del amor de Dios: aceptar que Él es el mayor
amor y dejarte transformar por el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo, es decir, la Trinidad está constantemente presente en nuestra
vida como creyentes.
No
solamente seguimos a Jesús, sino a su Espíritu y Aquél que lo
envió.
PARA
MEDITAR. EL camino
AQUÍ,
AHORA, TÚ ERES ESA SEMILLA QUE DA FRUTO
JESÚS
ESTÁ SIEMPRE CON NOSOTROS
JESÚS
NOS ACOMPAÑA SIEMPRE
PONTE
AL SERVICIO DE LOS DEMÁS
HACTE
EL MÁS PEQUEÑO
SIGUE
CAMINANDO COMO PERSONA
SIGUE
CAMINANDO COMO CREYENTE
SIGUE
CAMINANDO COMO FRANCISCANO
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DE MANUEL LÓPEZ
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